Hola Papás,
como seguramente sabéis, estos días María Montessori ha sido elegida como una de las 100 mujeres con más influencia en el último año…
María Montessori elegida como una de las 100 mujeres con más influencia en el último año.
María Montessori elegida como una de las 100 mujeres con más influencia en el último año.
Es difícil actualmente comprender el impacto que tuvo Maria Montessori en la renovación de los métodos pedagógicos a principios del siglo XX, pues la mayoría de sus ideas hoy parecen evidentes e incluso demasiado simples.
Pero en su momento fueron innovaciones radicales, que levantaron gran controversia especialmente entre los sectores más conservadores.
“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia”
Maria Montessori.
La Pedagogía Montessori comenzó en Italia y es tanto un método como una filosofía de la educación. Fue desarrollada por la Maria Montessori, a partir de sus experiencias con niños en riesgo social.
Basó sus ideas en el respeto hacia los niños, en la igualdad y en su impresionante capacidad de aprender.
Los consideraba como la esperanza de la humanidad, por lo que dándoles la oportunidad de utilizar la libertad a partir de los primeros años de desarrollo, el niño llegaría a ser un adulto con capacidad de hacer frente a los problemas de la vida.
El material didáctico que diseñó María Montessori, están ideados a fin de captar la curiosidad del niño, guiarlo por el deseo de aprender.
Para conseguir esta meta han de presentarse agrupados, según su función, de acuerdo con las necesidades innatas de cada alumno.
Los Principios básicos de la pedagogía Montessori son los siguientes:
La mente absorbente de los niños
La mente de los niños posee una capacidad maravillosa y única: la capacidad de adquirir conocimientos absorbiendo con su vida síquica.
Lo aprenden todo inconscientemente, pasando poco a poco del inconsciente a la conciencia, avanzando por un sendero en que todo es alegría.
Se les compara con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una capacidad de absorción limitada, la mente del niño es infinita.
El saber entra en su cabeza por el simple hecho de vivir.
Se comprende así que el primer período del desarrollo humano es el más importante.
Es la etapa de la vida en la cual hay más necesidad de una ayuda, una ayuda que se hace no porque se le considere un ser insignificante y débil, sino porque está dotado de grandes energías creativas, de naturaleza tan frágil que exigen, para no ser menguadas y heridas, una defensa amorosa e inteligente.
Los períodos sensibles
Los períodos sensibles son períodos en los cuales los niños pueden adquirir una habilidad con mucha facilidad.
Se trata de sensibilidades especiales que permiten a los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcionalmente intenso, son pasajeras y se limitan a la adquisición de un determinado carácter.
El ambiente preparado
Se refiere a un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño, diseñado para fomentar su auto-aprendizaje y crecimiento.
En él se desarrollan los aspectos sociales, emocionales e intelectuales y responden a la necesidades de orden y seguridad.
Las características de este Ambiente Preparado le permiten al niño desarrollarse sin la asistencia y supervisión constante de un adulto.
El diseño de estos ambientes se basa en los principios de simplicidad, belleza y orden. Son espacios luminosos y cálidos, que incluyen lenguaje, plantas, arte, música y libros.
El salón es organizado en áreas de trabajo, equipadas con mesas adaptadas al tamaño de los niños y áreas abiertas para el trabajo en el suelo.
Estanterías con materiales pertenecientes a dicha área de desarrollo rodean cada uno de estos sectores.
Los materiales son organizados de manera sistemática y en secuencia de dificultad.
El Rol del Adulto
El rol del adulto en la Filosofía Montessori es guiar al niño y darle a conocer el ambiente en forma respetuosa y cariñosa.
Ser un observador consciente y estar en continuo aprendizaje y desarrollo personal.
El verdadero educador está al servicio del educando y, por lo tanto, debe cultivar la humildad, para caminar junto al niño, aprender de él y juntos formar comunidad.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!