Desde la perspectiva Montessori, el adulto ha de adquirir herramientas respetuosas que le permitan dirigirse al niño sin premios ni castigos, ni competencias y por supuesto desde la amabilidad y la firmeza.
Hablamos entonces de que el adulto pasa de ser controlador del niño a sencillamente intenta conectar con él y esto se consigue desde la empatía, la comunicación, el amor, la igualdad, la humildad…
Por tanto, antes de poner en marcha este método, hemos de conocer al niño, el periodo evolutivo en el que se encuentra, sus periodos sensibles.
Respetando sus ritmos, adaptándonos a las necesidades de cada etapa. Hacer un ejercicio de observación, para ofrecerles lo que necesitan en cada momento.
Respetando profundamente sus características y su personalidad.
Características del Guía/ Profesor Montessori
La educación Montessori busca formar al niño de manera integral: crecimiento físico, social, emocional y cognitivo.
Además de ayudar al niño a ser un aprendiz independiente, el profesor debe favorecer la participación en grupo, la colaboración y el respeto por la dignidad de otros.
Las habilidades principales que deben poseer cada uno de los profesores de nuestra escuela Montessori son:
Buen observador
A través de la observación, el Guía conoce el interés, la manera de aprender y el temperamento de cada alumno.
También entiende las necesidades de cada uno según su etapa del desarrollo y siempre tiene en cuenta el periodo sensitivo en donde se encuentra el niño.
Con esta información el Guía elige materiales y enseñanzas que capten la atención del estudiante y lo motiven a aprender.
Una vez aprendido un concepto o habilidad, el profesor introduce nuevas lecciones mucho más complejas y abstractas.
Facilitador de la creatividad
El Guía debe estimular la creatividad de los niños, compartir con los alumnos sus logros y llevarlos a un mayor entendimiento de los conceptos aprendidos.
Mientras los alumnos progresan, el Guía debe modificar el ambiente del aula, ajustando los materiales de enseñanza a las necesidades de los estudiantes.
Constructor de carácter
Es muy importante que el Guía impulse el sentido de comunidad en el ambiente, esto hace que los niños crezcan en cualidades que los ayudarán a ser mejores ciudadanos.
Desde su mismo comportamiento y actitudes, el Guía debe ser modelo de valores como la empatía, la compasión y la aceptación de diferencias individuales.
Es importante que el Guía impulse al niño a ser amable y cortés.
Para lograr estos objetivos es importante que realice muchas dinámicas en grupo que fomenten el trabajo en equipo, la responsabilidad, el respecto y la auto disciplina.