Hay un modelo del funcionamiento y la organización del cerebro que muestra que las diferentes áreas del cerebro no trabajan de manera independiente, sino que están conectadas entre sí mediante redes neuronales.
Estas redes neuronales se desarrollan mediante la experiencia. Todavía no sabemos exactamente cómo ocurre ese proceso de maduración, pero sí sabemos que hay ciertas cosas que lo favorecen, por ejemplo, la repetición, algo que se favorece en un ambiente Montessori, especialmente en la etapa de 3 a 6 años, cuando el niño tiene una tendencia natural a repetir una actividad para perfeccionar una determinada habilidad.
Otra manera de favorecer el desarrollo de las redes neuronales es mediante actividades sensoriales, otro punto fuerte del método Montessori, especialmente en la etapa de 3 a 6 años en la que el trabajo con materiales sensoriales tiene una especial importancia.